Para cenar, #fantasíaparadummies con AOVE y reducción de moras.

Capítulo 272: Nasío pa' condenar.

En este tórrido día de agosto, nos van a hacer compañía unos seres de #fantasía sobre los que pesa algún que otro prejuicio, los demonios.

Sobre lo que caracteriza a un demonio hay mucho escrito, pero sin duda uno los planteamientos que más me gustó en su momento fue el de Buffy Cazavampiros.
En ese mundo, "demonio" es un término con el que definimos a una miríada de seres. Hay desde primigenios que hicieron de la Tierra su hogar a viajeros (como tú y como yo que leyeron algo que no debían en voz alta) de otros mundos. Es más, en Ángel (del mismo universo) cuando los protas van a otro mundo les llaman demonios (aparte de vacas pero eso es otra movida). #BuffyverseForeverYNoComoEstasFranquiciasDeAhora

Si nos vamos a los planteamientos clásicos, suelen ser seres malvados que provienen o habitan en lugares horribles. Su poder, apariencia, hábitat, etc, tienden a estar relacionados con los mitos de los que provengan.

Si una cultura es marítima es muy probable que haya seres demoníacos en el fondo marino. De ser así sus poderes y apariencia tendrán que ver con ello. Los provenientes de la cultura judeocristiana son seres de fuego, hielo, dolor y pecado.
Estos últimos son de los que más beben la #fantasía y el #rol.

Entre estos especímenes suele haber categorías. Hay estratos en relación a su poder. Así los más débiles acaban siendo la carne de cañón y los más poderosos rivalizan con los dioses. En #dnd separan a Diablos y Demonios en relación a su mentalidad y sociedades. Los primeros son organizados y tiránicos y los segundos caóticos y destructivos.

Visualmente la corriente mayoritaria apuesta muy fuerte por usar cuernos, garras, cola y alas (o no, depende de en qué bando estés. Yo #Conalista). A su vez, el interés principal de los seres infernales suele ser el alma de las personas. Poseer la vida ultraterrena les aporta un beneficio que muchas veces es impreciso.
Cuando son pura malevolencia se sienten como clichés con patas. A no ser que sean capaz de transmitir una inteligencia casi alienígena, carente de la empatía básica. Esto provoca un miedo visceral que aterra hasta a la palabra valentía.

En cuanto al lugar que habitan, lo dejaremos para el próximo capítulo. Mientras tanto, si encontráis en la Feria del Libro Antiguo uno con cubiertas de cuero de origen incierto y al abrirlo tiene símbolos extraños con una transcripción fonética al lado, mejor dejadlo para un amigo invisible del trabajo.