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Anarquismos · @anarquismos14oc

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#TalDíaComoHoy, un 4 de abril de 1948, nació Abdullah Öcalan, líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), cuyo fin es liberar el Kurdistán de los países que ocupan su territorio histórico (Turquía, Siria, Iraq e Irán).
En 1999 fue detenido con el apoyo de la CIA, condenado a muerte y después (al ser abolida la pena de muerte en Turquía) a cadena perpetua. Su detención en Kenia fue una violación del derecho internacional y la convención de derechos humanos.
Öcalan, considerado por gran parte del pueblo kurdo como su legítimo líder, sobrevive al cautiverio en Imrali, una prisión-isla ubicada en el mar de Mármara, al norte de Turquía, bajo duras condiciones y con salud muy precaria.
Durante su encierro consolidó el paradigma práctico del Confederalismo Democrático, luego de varios años de estudio de la sociedad kurda desde la antigüedad hasta nuestros días y de las tradiciones revolucionarias de la izquierda, como el marxismo y el anarquismo, llevándole a proponer una salida no estatal a la cuestión kurda en Oriente Medio. Esta idea, no exenta de críticas, ha vuelto a poner en debate en la izquierda contemporánea interrogantes polémicos hasta ahora no resueltos del todo, como el nacimiento del Estado, una nueva noción de sujeto revolucionario, la liberación de las mujeres, el rol del partido revolucionario y el liderazgo, etc., despertando gran interés en militantes, académicos y organizaciones de izquierda del mundo entero.
Sus ideas son el resultado de las duras condiciones de dominación y opresión a las que el pueblo kurdo se ha enfrentado a lo largo de la historia en su búsqueda de libertad y justicia. Según las ideas de Öcalan, las mujeres no tienen un rol en la revolución, son la revolución. Los hombres deben aprender a «pensar como mujeres» y a eliminar al «macho dominante», es decir, el Estado que llevan dentro. Este es uno de los elementos más destacados en el pensamiento de Öcalan, y que gracias a su irradiación en el Movimiento de Mujeres del Kurdistán, ha facilitado enormemente que ahora la revolución en el Kurdistán sea fundamentalmente organizada sobre una base femenina, pese a la oposición de sectores patriarcales dentro del mismo Movimiento de Liberación Kurdo. Para Öcalan, la revolución será femenina o no será.
El pensamiento de Öcalan, aún desconocido por gran parte de la izquierda de habla castellana debido a las pocas traducciones disponibles, resulta tan atractivo como útil para plantear respuestas necesarias a la crisis que atraviesa la izquierda mundial, ahogada aún en el estatismo, el patriarcado, el culto a la personalidad, etc., Su pensamiento y práctica no puede ser estudiada o valorada desde los altares de la «ideas sagradas» y la «pureza ideológica», pues pertenecen al mundo de la práctica cotidiana en la que su pueblo se curte una y otra vez, contra lo aparentemente imposible.
El cumpleaños de Öcalan es el punto de inflexión para los pueblos de Oriente Medio en el nuevo siglo. También es el cumpleaños de la filosofía de los pueblos libres para establecer una sociedad democrática, política, moral y liberada del género, basada en los principios de igualdad, justicia social y liberación de los restos de la mentalidad patriarcal que ha dominado durante miles de años. La revolución del Norte y el Este de Siria representa estas ideas en la práctica.
Hagamos de este año el año de la liberación de Öcalan. Ampliemos nuestra lucha, porque su libertad es también libertad de Rojava.