"Hay que decir, de antemano, que en cierto modo el tema de este post no deja de ser secundario. ¿Del fútbol, o de las posibles razones futbolísticas o personales por las que #MarceloGallardo deja su cargo tras OCHO AÑOS? Ná, ahí sería tema de quinto o sexto orden; sino respecto al famoso tema de #RiverPlate y la #CONMEBOL. Porque, en general, la cuestión entre Gallardo y el #periodismo suele ser enfocada como parte de un supuesto –y decimos supuesto porque nunca nadie mostró una sola prueba– complot donde River estaría adornando a todo el mundo. Supuesto que, generalmente, está sostenido por gente que, intentando minimizar a un ciclo exitoso –que, por supuesto, tuvo baches futbolísticos notorios y EXPLICABLES (pensemos en el segundo semestre de 2017, o sobre todo en varios y cada vez mas comunes desde el segundo semestre de 2019)-, sólo demuestran que se interesan por el fútbol del mismo modo que quienes se pajean mirando el Scandisk (?): mirando resultados y no el juego, ni los estilos ni los armados de plantel.

Porque las anomalías del ciclo Gallardo constan de dos partes. La primera fue su extraordinaria durabilidad; porque en un fútbol donde los periodistas deportivos #mainstream tienen la misma estabilidad laboral que los jueces y fiscales –y por tanto, la posibilidad de sentarse y esperar el cotejo fúnebre del jugador o del entrenador (#FernandoNiembro será un #HDRMP hasta que se muera, pero nada mas característico de la labor de él y de sus pupilos que el nombre de uno de sus programas de TV)-; el futuro ex-DT de River invirtió los papeles y vió los velorios de varios comunicadores sociales –o lo que les podía quedar de su escasa credibilidad-: algunos recién hoy se podrían animar a patear el cajón con el que se rompieron la pierna en 2015 y 2018. Y la otra anomalía es que Gallardo, un tipo que no tiene una gran oratoria –de hecho, cada conferencia suya es un conjunto de speeches motivacionales sobre un fino colchón de evasivas y obviedades– pero un particular desapego por los periodistas: los famosos «jugar mal fue parte de la #estrategia» o «a los que esperan que me caiga, que sigan esperando» no iban tanto dirigidos a los #hinchas como a los periodistas.

Ante esas anomalías, infrecuentes en gente que cada vez se instruye menos en #fútbol y más en #quilombos, #bardo, #puteríos, #escándalos y cualquier cosa que genere un punto de atención de la manera mas vagoneta posible; el periosidismo optó entre una u otra de estas estrategias –sobre todo, a partir de 2018, aunque algo ya se vislumbraba unos años antes-.

La primera, la mas evidente y la que suscitó mas críticas; fue la de quienes optaron por el #chupamedismo, un #olfismo que hacía quedar como crítico implacable al #Gostanián que jugaba al tenis con M*n*m (?). Si bien la hipótesis de Don Billetín es plausible, también es justo plantear lo siguiente, aplicado a TODOS los chupamedias: si Vignolo es un tipo de un vocabulario pobrísimo, que a duras penas se acuerda de los once jugadores del equipo grande que le toca relatar, ¿como podría ponerse a criticar a un DT que está dispuesto a comerle el hígado a quien lo critique? Ya bastante mal le fue cuando lo intentó contra el Lord de los Drones…

Y la segunda, bastante mas común de lo que se cree, pero que algunos intentaron transfuguear como «a contracorriente» u «#outsiders» –algo que no extraña en un mundo donde ciertos seres se creen #rebeldes por tirarle una sopa a un cuadro, sobarle el falo a #millonarios jetones, o pedir que les cobren menos #impuestos a los #ricos (?)-; fue la de jugar a ser «antigallardistas«. ¿Criticando planteos tácticos? ¿Señalando las malas incorporaciones de su gestión? Nooo, eso les arruinaba la ropa (?), sino hablando de supuestas #conspiraciones –potenciadas por el carácter de malos perdedores de ciertos y variados personajes del clásico rival-, de jetonear «#critica» por la crítica misma, o hasta de meterse con el físico o la vida privada del entrenador. Chicos, todo bien si los boludos de las redes hacemos chistes con Sapardo y la ex de uno de los dueños de cierta empresa fiambrera rosarina, pero ustedes pagan #Ganancias con la que cobran por rascar de los redes, VAYAN A LABURAR, SON IGUAL DE LAUCHAS QUE LOS CHUPAMEDIAS.

En fín, esperemos que, una vez que Gallanto (?) se vaya a juntar más billetes verdes y/o azules a otra parte, se dignen en hablar de fútbol. No vaya a ser cosa de que nos llenen los quinotos hablando de lo bien que juega el #BocaJuniors de #HugoIbarra, de la falta de JERARQUÍA –junto con el «Mundo X», el comodín del #periosidismo deportivo actual– del futuro DT de River, o que se pongan a hacer leña del #LionelScaloni caído en caso de no volver de #Qatar con la Copa… los vamos a estar observando…"

https://lahorabarba.wordpress.com/2022/10/19/la-larga-risa-de-todos-estos-anos/