La contaminación cruzada con gluten (ahora llamado contacto cruzado) es uno de los mayores peligros a la hora de preparar un plato sin gluten. Si un alimento o plato sin gluten es manipulado o cocinado con manos, cucharas, cuchillos, tabla de cortar, colador, etc que hayan estado en contacto con un alimento con gluten, se "contamina" y deja de ser apto para una persona celíaca o sensible al gluten.