Ayer #elde1 encontró debajo de un mueble un premio de #Chiki. Era un huesito blandito, de esos que son chuches para perros. Según lo vio, empezó a buscarla por toda la casa para dárselo. 💔
Le decíamos que Chiki no estaba, que tenía una pupa muy grande... Tiene 21 meses, no sé muy bien qué entiende de todo esto, probablemente nada. Ella de pronto no está y él debe estar extrañado.
Hoy hemos hecho una pequeña despedida de #Chiki. Ha sido a modo de ritual, para que #elde5 empezara a elaborar el #duelo. Me ha servido también a mí, probablemente más. Ayer ya lo lloré todo y hoy fue un día más tranquilo. Es verdad que llevo casi todo el día en otra onda, pero sé que hemos hecho lo correcto y eso me tranquiliza. Le he preguntado a #elde5 si quería decir unas palabras de despedida.
- Adiós, Chiki, que descanses mucho.
Mi padre:
- Nos hiciste mucha compañía.
Y yo añadí:
- Y nos diste mucho cariño.
No hacían falta las palabras. El amor que sentimos por ella durante estos 16 años estará siempre en nuestros corazones.
No me siento con mucho ánimo, la verdad.
Mi perrina, #Chiki ha mejorado levemente y eso hace que generemos ilusiones... No sé qué pensar. A ratos, egoístamente quiero que siga con nosotros, y a ratos me digo que hay que pensar en ella y que ya no tiene calidad de vida. Y entonces va hoy, y baja las escaleras sola, sin ayuda y sin que nos enteremos (o sea que no ha sido rodando). Voy a pedirle valoración a la veterinaria y tomaré la decisión según lo que me diga. Porque hemos pasado de no ver solución a que de pronto, haya hecho algo hoy que llevaba una semana sin hacer. ¿Soy tonta por hacerme ilusiones? Tiene 16 años, está claro que a la casilla de salida ya no va a volver, pero... ¿Y si no está tan mal como creíamos y aguanta un par de meses más? ¡Qué difícil es todo!
El 23 de abril de 2023 pasará a la historia de mi vida como el fatídico día que tuve que tomar una de las decisiones más duras de mi vida. Mi perrita, #Chiki, con 16 años cumplidos en marzo, ha sufrido algo sin determinar que le ha provocado un síndrome vestibular. La veterinaria me dice que tengo un margen de 24-48 horas para ver si hay cierta mejoría, pero tras estar todo el día con ella, cuidándola y observándola, no parece que vaya a remontar ni un poquito.
He tomado la decisión, ya son 16 años y verla así, con la cabeza ladeada, sin equilibrio y sin ser capaz de alimentarse o beber agua por sí misma (hay que ayudarla) me parte el alma. Aunque aparentemente no sufra, es egoísta tenerla en estas condiciones. Y a no ser que mañana tenga una mejoría espectacular, se lo comunicaré a la veterinaria. No me hago ilusiones, soy realista. Ha vivido una vida plena y larga, ha sido una perrina disfrutona, cariñosa y feliz. Y nos ha hecho muy felices a nosotros también.