Eliminar el bisfenol cuesta un céntimo de euro por envase mientras que los costes a la salud y la pérdida de productividad por los trastornos asociados son mucho más altos para el conjunto de la sociedad y economía.

Los representantes políticos que tramitan el nuevo reglamento de envases y residuos de envases tienen una oportunidad histórica para limitar la presencia de bisfenoles en contacto con alimentos, pero tenemos que recordárselo.

Si te animas firma esta petición:

https://www.change.org/p/eliminen-el-bisfenol-de-los-envases

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