"Nuestra #Guernica fue retratada por #DanielSantoro, y se llama Junio de 1955. Pero claro, esto no es Europa, ni el apellido es Picasso. Aquí, tanto a nativos como a turistas se les habla con prosa académica de que el bombardeo fue 'el resultado de la agitación política provocada por el #Peronismo'. Algunos héroes templarios de los liberales como Halperín Donghi no tienen vergüenza en describir al hecho como 'una serie de confusos episodios'. Lo cierto es que un mediodía de junio del 55 la oligarquía y sus aliados decidieron que era hora de matar a #Perón y de bañar de sangre una plaza llena de trabajadores y trabajadoras, pibes y micros escolares. Le siguió #JoséLeónSuárez y tantas otras masacres contra peronistas que se esconden bajo la alfombra en las usinas universitarias coloniales. Toda una industria cultural antiperonista tan poderosa como su odio.

Pasaron décadas pero hoy se sigue educando en la farsa del 'tirano Perón' porque las minorías de ayer y hoy operan fundamentalmente sobre el olvido y sobre el odio. Así construyen memoria los enemigos del pueblo, a través del olvido, vaciando su historia y minándola de odio.

Tal es el empeño que han puesto en borrar la historia que el registro de semejante crueldad, la masacre de civiles en la Plaza de Mayo el 16 de Junio, sigue en el cajón de las atrocidades contra la humanidad que esas minorías no quieren que recordemos. Y todavía hoy se ignora el número de víctimas del exterminio. Todavía hoy, existimos los que los recordaremos siempre."

- Marcos Domínguez, Las zonceras abiertas de América Latina