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Un niño de 12 años, un adolescente de 15 y su madre, que gana 500 euros como cajera de un supermercado, han sido desalojados del piso donde vivían en Hospitalet de Llobregat, ciudad catalana.

Alex Cisneros es el nombre del adolescente que ha explicado perfecta y claramente la violencia institucional que están viviendo él y su familia que, además, han sido declarados familia vulnerable por parte de la administración y, supuestamente, esto les daría derecho a no ser desahuciados y otras ayudad, sin embargo, hoy ya hace 72 horas que no se les ha dado ninguna alternativa habitacional.

«Yo le escribí a la alcaldesa diciéndole que nos estaban dejando en la calle, no me ha respondido nada. Me ha dejado en visto». dice Alex.

Según Alex, el piso donde vivía con su familia es propiedad de un fondo buitre que tiene 3500 pisos vacíos y con una orden judicial la policía ha ido y los ha desalojado, «sin ningún tipo de empatía porque a mí me dio un ataque de ansiedad, a mi hermano también, mi madre se desmayo y nada, ellos reían y seguían diciendo que teníamos que irnos».

En el caso de esta familia, como en el de muchas familias vulnerables, los servicios sociales no han funcionado para brindarles ayuda, sin embargo, siempre están prestos para retirar criaturas del seno de sus familias y cobrar subvenciones por hacerlo, so pretexto de alejarlos de situaciones de peligro que en muchos casos no son reales.

Esperemos que Alex y su familia reciban pronto un piso de alquiler social o de protección oficial donde poder vivir y seguir con sus proyectos de vida. La actuación de los servicios sociales sólo debe ir en este sentido, esperemos que la situación de esta familia no sirva para añadir dos menores de edad a su lista de cobros.