La muerte, en Perú, de una bebé de 10 meses, a consecuencia de la violación sexual confesada por su padre, debería de ser el mazazo en la cabeza que necesitan los legisladores peruanos para darse cuenta que sólo la educación sexual integral impartida desde las escuelas puede salvarnos.
Juan Carlos Peralta Chanca de 18 años de edad, es el violador y feminicida confeso, y sí hablamos de feminicidio porque aunque se tratase de una pequeña, ella fue atacada por su condición biológica, por ser mujer.
La madre de la niña, de 14 años de edad ha dicho que la bebé era producto de la violación que ella misma sufrió a manos de Peralta. Lamentablemente este no es el primer caso en el que la falta de educación en valores de igualdad y de respeto permite que las mujeres sólo seamos una vagina a penetrar.
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