En una inspección a terreno de la DGA, se constató que el caudalímetro instalado en la cañería ilegal marcó el paso de 115.610 m3 de agua. Así, tratándose de miles y miles de litros extraídos sin autorización (y no de unos pocos litros), en lenguaje coloquial y nada de exagerado es perfectamente adecuado titular la nota de El Mostrador con el concepto de “saqueo” de aguas, aunque a Andrónico Luksic no le guste, o lo encuentre demasiado “fuerte”.